MUCHA PLATA Y POCAS NUECES.
Sin duda en Estado tiene mucha plata, claro, no es por buena administración, sino por una situación coyuntural de precio de nuestras materias primas de exportación, en especial las provenientes de la minería.
El dinero alcanza para todo sea botarla en proyectos mal concebidos como el Transantiago o para que los apitutados por la concertación se llenen sus insaciables bolsillos a costa de los chilenos.
Curiosa nos parece la constatación de los dispuestos que están a malgastar los recursos del pueblo y la escasa voluntad demostrada por el Ejecutivo para solucionar los problemas de desempleo o invertir en desarrollo.
Paradojal nos resulta el desinterés demostrado por las autoridades para solucionar conflictos reales, como una educación de mala calidad o una salud vergonzosa, frente a un dispendioso gasta público.
Pero si con la plata de se derrocha alcanzaría para solucionar la falta de empleo, para fomentar a las PYMES, para solucionar la salud y, todavía quedaría plata para que se la sigan robando.
La insensibilidad de nuestros Gobernantes es asombrosa, todo el dinero del mundo para lograr mantenerse en el poder, pero no hay recursos para que nuestros viejos accedan a pensiones que les permitan vivir.
Creemos que los chilenos hemos sido infamantemente engañados por una coalición oficialista a la que solo interesan los temas políticos, dejando los asuntos que afectan a la gente en un lugar secundario.
Con las cantidades de dinero malgastadas en la creación de empleos brujos, en los jarrones extraviados, en la compra de chatarra para ferrocarriles, en el derroche de CODELCO y en Transantiago se podría haber hecho maravillas.
Nuestras autoridades hacen un ruido espantoso, con promesas vanas o declaraciones insulsas, pero el resultado claro es que su productividad en beneficio de la comunidad es absolutamente nula.
El dinero alcanza para todo sea botarla en proyectos mal concebidos como el Transantiago o para que los apitutados por la concertación se llenen sus insaciables bolsillos a costa de los chilenos.
Curiosa nos parece la constatación de los dispuestos que están a malgastar los recursos del pueblo y la escasa voluntad demostrada por el Ejecutivo para solucionar los problemas de desempleo o invertir en desarrollo.
Paradojal nos resulta el desinterés demostrado por las autoridades para solucionar conflictos reales, como una educación de mala calidad o una salud vergonzosa, frente a un dispendioso gasta público.
Pero si con la plata de se derrocha alcanzaría para solucionar la falta de empleo, para fomentar a las PYMES, para solucionar la salud y, todavía quedaría plata para que se la sigan robando.
La insensibilidad de nuestros Gobernantes es asombrosa, todo el dinero del mundo para lograr mantenerse en el poder, pero no hay recursos para que nuestros viejos accedan a pensiones que les permitan vivir.
Creemos que los chilenos hemos sido infamantemente engañados por una coalición oficialista a la que solo interesan los temas políticos, dejando los asuntos que afectan a la gente en un lugar secundario.
Con las cantidades de dinero malgastadas en la creación de empleos brujos, en los jarrones extraviados, en la compra de chatarra para ferrocarriles, en el derroche de CODELCO y en Transantiago se podría haber hecho maravillas.
Nuestras autoridades hacen un ruido espantoso, con promesas vanas o declaraciones insulsas, pero el resultado claro es que su productividad en beneficio de la comunidad es absolutamente nula.