Fecha de Edición: Jueves 15 de Marzo de 2007.
No puede ser. Por Hermógenes Perez de Arce
***Esperé hasta la madrugada para ver y oír en Canal 13 la síntesis del concierto de Villarroel y Domingo. Quería disfrutar de la única pieza que Plácido -yo sabía- iba a cantar de todas maneras, porque con ella siempre electriza a las multitudes: "No puede ser", de la zarzuela "La tabernera del puerto". Pero el 13, que suele incurrir en mis iras por motivos políticos, ahora lo hizo por razones artísticas al excluir "No puede ser". Trasnoché en vano. El crítico musical de "El Mercurio" sólo ahondó mi frustración, al comentar que la plaza había "quedado en trance" después de oírla.
Así es que el lunes no estaba de ánimo para recibir los acostumbrados lamentos de la gente pobre por el plan socialista que la ha dejado sin locomoción. Gustavo, cuidador de autos, me espetó con aire acusatorio, como si yo tuviera alguna responsabilidad: "Yo tomaba la 228 y en media hora volvía a mi casa. Ahora, debo ir en colectivo al centro, para tomar bus. Gasto mil 300 pesos más, es decir, lo que me pagan por un lavado, y me demoro una hora y media". Ambos añoramos las políticas del gobierno militar, que introdujo medidas de libre mercado en la locomoción y solucionó el problema de los racimos colgantes de gente en las pisaderas, heredado de la UP. Consuelo a Gustavo diciéndole que todavía queda mercado libre, y que el auge de bicicletas, motos, colectivos y otros arbitrios sustituirá la locomoción de que lo privara el socialismo. Pero no lo convenzo.
Los que mandan, es decir, los déspotas no ilustrados del Gobierno, la oligarquía y la intelligentsia automovilizada, están felices. Un amigo filósofo escribe en su columna que ahora hay menos ruido y le es posible conversar en las me-sas al aire libre de Providencia, pero -confiesa- debe hacerlo en la incómoda vecindad de largas colas de pobres que esperan un bus que no pasa o, si pasa, lo hace repleto. Era casi preferible el ruido de las amarillas. Los pobres miran los sorbetes de los filósofos, mientras todavía tienen por delante horas de esperas, apreturas, transbordos y vejámenes, antes de llegar más tarde que en el pasado a sus hogares, sin tiempo para nada, salvo dormirse cuanto antes, porque ahora también es preciso levantarse más temprano para llegar a tiempo al trabajo.
No puede ser. Suceden demasiadas cosas que no pueden ser. Como el asesinato a golpes de un "punk" por parte de barristas, a metros de media docena de carabineros que miraban impasibles. Si el muerto hubiera sido de izquierda, habría sido un crimen de lesa humanidad. Pero, siendo un presunto neonazi, no constituye un atropello a los derechos humanos. Así se les ha inculcado a los cerebros lavados.
A propósito de los cuales ha sido ilustrativo el debate generado por el "De profundis" de monseñor Fresno, donde reveló que Paulo VI quería excomulgar a la Junta Militar chilena, tras el pronunciamiento de 1973. Claro, S.S. se informaba en la prensa italiana, controlada por la izquierda. Pero acá la gran mayoría católica estaba feliz. Frei Montalva declaraba al "ABC" de Madrid que "los militares salvaron a Chile" y le escribía a Mariano Rumor, a Italia, defendiéndolos. Aylwin declaraba: "Es muy fácil convertirse en juez de otros que están peleando, mientras uno está cómodamente sentado en el escritorio". Y el juez Retamal, también católico, pedía dejar "que los militares hagan la parte sucia...". Cuando decía eso, ya habían muerto más de dos mil de las dos mil 774 bajas extremistas registradas en todo el gobierno militar. ¡Pobres!
Así es que el lunes no estaba de ánimo para recibir los acostumbrados lamentos de la gente pobre por el plan socialista que la ha dejado sin locomoción. Gustavo, cuidador de autos, me espetó con aire acusatorio, como si yo tuviera alguna responsabilidad: "Yo tomaba la 228 y en media hora volvía a mi casa. Ahora, debo ir en colectivo al centro, para tomar bus. Gasto mil 300 pesos más, es decir, lo que me pagan por un lavado, y me demoro una hora y media". Ambos añoramos las políticas del gobierno militar, que introdujo medidas de libre mercado en la locomoción y solucionó el problema de los racimos colgantes de gente en las pisaderas, heredado de la UP. Consuelo a Gustavo diciéndole que todavía queda mercado libre, y que el auge de bicicletas, motos, colectivos y otros arbitrios sustituirá la locomoción de que lo privara el socialismo. Pero no lo convenzo.
Los que mandan, es decir, los déspotas no ilustrados del Gobierno, la oligarquía y la intelligentsia automovilizada, están felices. Un amigo filósofo escribe en su columna que ahora hay menos ruido y le es posible conversar en las me-sas al aire libre de Providencia, pero -confiesa- debe hacerlo en la incómoda vecindad de largas colas de pobres que esperan un bus que no pasa o, si pasa, lo hace repleto. Era casi preferible el ruido de las amarillas. Los pobres miran los sorbetes de los filósofos, mientras todavía tienen por delante horas de esperas, apreturas, transbordos y vejámenes, antes de llegar más tarde que en el pasado a sus hogares, sin tiempo para nada, salvo dormirse cuanto antes, porque ahora también es preciso levantarse más temprano para llegar a tiempo al trabajo.
No puede ser. Suceden demasiadas cosas que no pueden ser. Como el asesinato a golpes de un "punk" por parte de barristas, a metros de media docena de carabineros que miraban impasibles. Si el muerto hubiera sido de izquierda, habría sido un crimen de lesa humanidad. Pero, siendo un presunto neonazi, no constituye un atropello a los derechos humanos. Así se les ha inculcado a los cerebros lavados.
A propósito de los cuales ha sido ilustrativo el debate generado por el "De profundis" de monseñor Fresno, donde reveló que Paulo VI quería excomulgar a la Junta Militar chilena, tras el pronunciamiento de 1973. Claro, S.S. se informaba en la prensa italiana, controlada por la izquierda. Pero acá la gran mayoría católica estaba feliz. Frei Montalva declaraba al "ABC" de Madrid que "los militares salvaron a Chile" y le escribía a Mariano Rumor, a Italia, defendiéndolos. Aylwin declaraba: "Es muy fácil convertirse en juez de otros que están peleando, mientras uno está cómodamente sentado en el escritorio". Y el juez Retamal, también católico, pedía dejar "que los militares hagan la parte sucia...". Cuando decía eso, ya habían muerto más de dos mil de las dos mil 774 bajas extremistas registradas en todo el gobierno militar. ¡Pobres!
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Hoy, por Mario Montes Tagle, Director de www.reaccionchilena.cl (*)
Las noticias nacionales siguen marcadas por la protesta ciudadana por la increíble implementación del Transantiago, que no consideró para nada a la gente, los mezquinos anuncios del gobierno para “reactivar” la economía, el arbitrario nombramiento de Loreto Ditzel como subsecretaria de Chiledeportes, el asombroso crecimiento de las pérdidas de Ferrocarriles, la inmensas cantidades de recursos perdidos por el MOP , no sólo por la rapiña, sino que además por fallos judiciales, las inconcebibles relaciones exteriores de nuestro país, que debaten entre las serias “diferencias” entre sectores democristianos, más los radicales, y la ineficiente Cancillería, a lo que hay que agregar, ciertamente, la inaceptable censura al Canal Nacional de TV.
Si todo lo anterior fuera poco, el Ministro de Justicia ha realizado su planteamiento de mejorías de sueldos para el poder Judicial, a los que se estaría ofreciendo una cifra cercana al 25%, lo que sin duda a más de alguien, entre otros nosotros, le parecerá como un intento de compra, para seguir contando con la obsecuencia de la Justicia, a la que aspiran a seguir manteniendo sujeta a los requerimientos del Poder Ejecutivo. Es cierto que se plantea incluir metas por desempeño, pero lo único que queda claro es que a los Empleados Públicos se les “ratoneó” un reajuste miserable y a estos otros, que no han demostrado tener diferencias con el resto, nos referimos a estos signos de corrupción, nepotismo y ciertamente al tráfico de influencias, se les premia con un “reajustazo”. Para pensarlo ¿O no?.
Pensamos que la administración Bachelet sigue dando pasos, no sólo improvisados como algunos sospechan, sino que acelerando la descomposición de nuestra sociedad, lo que sin duda alguna producirá situaciones que nos llevarán a derramar lágrimas dolorosas, ya sea por la pérdida de nuestros derechos pisoteados por los gobernantes o por turbas enardecidas ante la constante burla de quiénes siempre han dicho que les representan.
Creemos que la situación es peligrosamente explosiva y que la Mandatario, además de los Partidos que la apoyan y sus secretarios de Estado, aparecen tratando de apagarla rociando el país con combustible.
Estamos ciertos de que los ciudadanos racionales, que no tienen necesariamente que ser la mayoría, ya han notado los azarosos tiempos que se nos vienen encima , por lo que ya se encuentran trabajando aceleradamente para cambiar a la tropilla de ineptos que se han apoderado del poder, Las elecciones se acercan, son varios procesos sucesivos, luchemos para que la ciudadanía les proporcione el puntapié en los glúteos que sin duda alguna se merecen. Fuera de la administración del Estado todos los corruptos, incapaces y coimeros, reemplacémoslos por equipos nuevos, que al menos no estén contaminados, pues sin duda el plazo que se demore la sociedad en corromperlos, implicará desarrollo y la posibilidad de un nuevo reemplazo.
Nota de la Redacción: Desde hace casi un mes www.reaccionchilena.cl se encuentra fuera de línea por problemas no achacables a la publicación, sino que por motivos exógenos que calificaremos de “problemas técnicos”. Esperamos estar pronto en línea para seguir golpeando a la incapacidad, corrupción y prepotencia de quienes nos gobiernan.