Hechos y no Palabras, por Mario Montes.
Grandes esfuerzos se han realizado para vendernos una concertación exitosa, un Ricardo Lagos estadista y una gran preocupación por los más desposeídos. Con el fin de terminar con una mitología engañosa tomaremos algunos “planes estrella” de los últimos años, que a nosotros nos llevan a concluir que son simplemente unos fiascos o unas verdaderas estafas a la fe pública.
Autopistas licitadas: El estado dejó de invertir en rutas por las que nos ha cobrado tributos durante años, las vendió a privados que hicieron algunos arreglos, lo que implica que debemos seguir pagando por su uso durante muchos años más. Buenas rutas para los que pueden pagar, lucimiento para los gobernantes con obras que no han hecho y la segregación de los sectores más humildes de la población.
Educación: Una inmensa inversión que casi cuadriplica los gastos, al menos cinco reformas al sistema, para obtener como resultado un evidente retroceso en el rubro que implica una involución que “asesina” los sueños de los jóvenes y mantiene en condiciones deplorables al magisterio.
Salud: A pesar de las inmensas inversiones en el sector, la población se encuentra mucho más desprotegida. El plan AUGE, como lo confirma la Contraloría General de la República, es un fiasco, que mantiene largas listas de espera, se sigue abusando de los profesionales de la Salud , un sistema de control y seguimiento de los pacientes, deficiente, que hasta pone en riesgo la vida de los usuarios. Médicos que operan en horarios funcionarios y cobran doble remuneración por las intervenciones.
Ferrocarriles del Estado: Todavía no se apagaban los ecos “poéticos” con que Lagos inauguró el ferrocarril al sur y ya dejaban de funcionar. Se compró material rodante reacondicionado, con altísimos sobreprecios. Como resultado, seguimos sin transporte ferroviario, mientras EFE acumula miles de millones de pesos en pérdidas, existiendo serias dudas sobre la honestidad de la administración.
Transantiago: Una vergonzosa planificación, Gobierno de Lagos, que sub-dimensionó la cantidad de buses necesarios, haciéndose los lesos con la construcción de la infraestructura imprescindible. Una puesta en marcha absurda y despreocupada de la gente, Gobierno de Bachelet, que terminó con el descanso y vida familiar de los trabajadores, llevó a la Capital al caos y que subsiste sólo por la vía de los subsidios, que a Moya han significado poner miles de millones de pesos.
Seguridad Ciudadana: Mucho ruido con la contratación de miles de policías, la compra de millares de vehículos motorizados, para que la población se sienta cada día más desprotegida y los lugares públicos sean copados por las mafias delictuales y los traficantes de drogas.
Obras Públicas: Las rutas nacionales se encuentran en un estado calamitoso, obras realizadas con gran parafernalia, como la repavimentación de la Alameda o algunos puentes, colapsaron dejando inmensas pérdidas materiales y un inmenso costo financiero para el Estado y un siniestro costo en vidas humanas. El ejemplo vergonzoso del puente de Aysén, prometido por el Gobernante y su candidata a la sucesión, resultaron ser sólo “voladores de luces” para engañar al pueblo.
Trabajo: Como los hechos son porfiados, a pesar de las exitistas cifras entregadas por el oficialismo, continúan habiendo en Chile medio millón de cesantes y una inmensa falange formada por millones de personas que escasamente obtienen el sueldo mínimo como remuneración. Resulta una ironía hablar del País rico que nos muestra la macroeconomía, mientras vemos las apremiantes necesidades de los pobres que escasamente subsisten con una micro-economía mal manejada.
En esta breve pincelada creemos haber desnudado la esencia sólo publicitaria de nuestros gobernantes, una manifiesta incapacidad, una permanente improvisación, grandes actos de corrupción y una política permanente de engaños para “apernarse” en la Administración del Estado.
Como agravante, queremos destacar que se ha jugado con las esperanzas del pueblo, se ha expropiado los sueños de los jóvenes y manipulado las necesidades de los viejos. Pensamos, que lo descrito constituye una afrentosa, masiva y abusiva trasgresión a los derechos humanos de los chilenos.
Los concertados se han instalado en el Olimpo, claro son cada día más poderosos y ricos, desentendiéndose de ese Chile real que vivimos el resto de los compatriotas. Si bajaran al pueblo se darían cuenta de las inmensas insatisfacciones que existen y de las frustraciones que han provocado.