A los "soldados olvidados" y a los "soldados activos" en este 11 de septiembre
Por Eric Villena Donoso
Mil novecientos setenta y tres, país de ciervos, dispersos, sin orden, despedazados, despojados, hambrientos, asolados por catorce mil terroristas invasores, víctimas de toda especie de ruina.
A 34 años de ese 11 de Septiembre del que fueron partícipes entre vítores y aplausos cuando los fueron a buscar a sus cuarteles, hoy los Ejércitos de tierra, mar y aire, siguen siendo la salvaguardia de lo permanente, (incluida nuestra Historia reciente), pero viven momentos límites, sumisos a una curiosa democracia que ellos mismos recuperaron. Las Fuerzas Armadas y de Orden deben demandar, requerir y exigir... dignidad pública.
Señores Comandantes en Jefe, hay una Historia de la que no se pueden desligar y que debiera llenarlos de orgullo. Ustedes fueron parte del Gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden que por 17 años condujo los destinos de nuestro país. Seamos claro, UDS. fueron parte del exitoso gobierno de las Fuerzas Armadas, Régimen Militar que tuvo vocación de interinidad y antes de someterse al veredicto de las urnas, reconstruyó los valores orgánicos, libres y eternos del individuo portador de un alma, de la familia, del sindicato, los municipios, de las unidades naturales de convivencia de nuestra larga geografía y que además fueron visionariamente regionalizados.
En este mes celebramos las glorias del Ejército, sin embargo "el Ejército vencedor jamás vencido", hoy es "un Ejército prudente, jamás valiente", con actitudes tibias y apoyos "relativos dentro de lo debido". Se crucifica a un General de División que se rebela y denuncia con impotencia la persecución de la que es parte, con un puñado de militares que se repiten y que fueron elegidos para pagar por toda una Institución, por todo un gobierno. Sin embargo, a mi modesto entender, los que debieran estar en el cadalso, son los que obedecen a un Ministro de Defensa fundador del Movimiento terrorista MIR, los que se inclinan y aceptan a un Subsecretario de Aviación, que fue guerrillero en Nicaragua, Raúl Vergara Meneses, nombre político "David", condenado a la pena de muerte en calidad de autor por los delitos de traición y de promoción a la sedición, previstos en el Código de Justicia Militar, y para colmo de ignominia, debiendo aceptar una Primera Mandataria cuyo último conviviente conocido, que dormía con ella, fue el Jefe de Propaganda del FMR, Alex Vojkovic, que usaba como nombre de combate, Jorge Salas, terrorista que tuvo que ver con la directa planificación y posterior ejecución del atentado del general Pinochet que le costó la vida a cinco de sus escoltas y dejó a doce de ellos lisiados.
Este es el escenario, y se debe celebrar bajo la conducción de estos seudos mecenas de vestíbulo, las Glorias del Ejército de Chile, esa institución matriz de la que nació el resto de las FF.AA. y de Orden, es más, puedo afirmar que Chile es un país fundado por el Ejército y que requiere de sus Fuerzas Armadas para sostenerse.
Siempre tenemos la secreta esperanza de ver en ellas un destello de virilidad que les permita recuperar dignidad, resucitar una familia militar en extinción, verlos preocuparse de aquellos heridos camaradas de armas, entregados a manos de gendarmes y a toda suerte de vejámenes en sus diarios desfiles en los tribunales. En estas fechas importantes en que se profundizan nuestras diarias cavilaciones, sin temor a equivocarme, tengo la certeza que el Ejército sabe que debe hacer rectificaciones, que debe escuchar a la oficialidad joven y sus comentarios de casino que ya trascienden, y en la tarea permanente de mantener incólume los principios que lo sustentan, no pueden abandonar a su suerte a sus combatientes del 73' que confían en ellos para mantener la tenue esperanza de poder regresar a sus hogares.
No hay Ejército de ayer ni de hoy; es el mismo y en el anhelado reencuentro de la civilidad con sus Fuerzas Armadas, no se excluye a ninguno de sus integrantes, ni activos, ni pasivos, aunque estos últimos tengan sus derechos ciudadanos suspendidos, y con una incomunicación obligada que los priva de toda participación y de toda defensa; no olviden que son parte viva y relevante de unas Fuerzas Armadas y de Orden, que contribuyeron directamente en el Gobierno más exitoso de los últimos cien años y que les hicieron camino a los actuales mandos para llegar a las jerarquías que hoy día transitoriamente ostentan.
Queremos verlos participar activamente en tareas que les compete y de las que son garantes. Es en las Fuerzas Armadas y de Orden, a través de articulados vigentes de la Justicia, donde descansa el resguardo de nuestros emblemas patrios, de nuestro Escudo Nacional, nuestro Himno, nuestra Bandera, nuestros símbolos, nuestro lema. ¿No es penoso ver que el Escudo de Chile fuera reemplazado por unos cubos infantiles? Y que nuestro Himno Nacional y héroes de la estatura del Capitán Arturo Prat Chacón, incluso sean utilizados para spot publicitarios de un Banco estatal, caricaturizado en diálogos con un pato inanimado y mientras tanto los encargados de hacer y decir algo se mantienen en silencio. ¿Y dónde está la llama de la libertad? ¿Por qué se sacó la Proclama de la Honorable Junta Militar de Gobierno desde el hall central de la Escuela Militar?
La victoria de un 11 de Septiembre, es furia y derrota de un sector revanchista de la izquierda, en la que impera el odio y la venganza, pero tengamos siempre presente que ante el peligro nacional, el país siempre se agrupará junto a sus FF.AA. A pesar del dolor y la decepción transitoria que afecta a un sector importante de sus filas, por el escaso pago para una deuda tan grande que se les debe, la opinión pública, más temprano que tarde, deberá reconocerlos y rehabilitarlos en el lugar que les corresponda. Las FF.AA. y de Orden abrieron las Alamedas por las que hoy transitan los políticos; y la libertad y la democracia de la cual se vanaglorian, fueron rescatadas en la mañana de un once de septiembre de hace treinta y cuatro años. Es el legado que se le entregó a la Concertación, después de 17 años de sacrificio.
¡Lamentablemente en Chile a los patriotas solamente se les reconoce con el tiempo, porque la gratitud no es inmediata!
En momentos en que la Patria los está tratando injustamente, tramitados por una justicia lenta y manipulada, sumidos en el olvido de sus propios camaradas de armas que les han vuelto la espalda, deben sentirse soldados con honor, que cumplieron con su deber incorporados al destino de una nación que les exigió protagonismo. ¡Y hoy, no crean que están solos!
En la soledad de sus circunstancias, fortalézcanse en la familia, en sus amigos verdaderos, en el recuerdo y en la Historia exitosa de la que fueron arriesgados actores. Sin soberbia ni decaimiento, con el alma tranquila, y con la fuerza que reciben a cada instante de Dios, en este día 11 de Septiembre, con profundo afecto quiero saludarles y hacerles saber que en las circunstancias que la Divina Providencia les tenga reservada a futuro, en lo que a mí se refiere, siempre contarán con un chileno agradecido y de buena memoria.
¡Viva el 11 de Septiembre!
¡Viva el Almirante José T. Merino Castro (Q.E.P.D.)!
¡Viva el General Gustavo Leigh Guzmán (Q.E.P.D.)!
¡Viva el General César Mendoza Durán ( Q.E.P.D.)!
¡Viva nuestra Segunda Independencia Nacional!
¡Vivan los dos Capitanes Generales que ha tenido la Patria!
¡Se puede ser valiente sin pertenecer a las Fuerzas Armadas, pero todavía creo que no se puede pertenecer a la Fuerzas Armadas sin ser valiente! Señores Comandantes en Jefe, la historia es demasiado seria para ser dejada en manos de los historiadores o de Ministros Especiales de los Tribunales que quieren llegar a ser Supremos por designación de la actual Presidenta.