Llevamos meses advirtiendo la forma increíble en la que el Gobierno de Michelle Bachelet se está farreando las posibilidades de desarrollo, además de la manera brutal que está haciendo sufrir innecesariamente a los más humildes.
Hemos sido una voz bastante solitaria, envueltos por una Concertación absolutamente auto-complaciente, que se niega a ver las realidades, y una oposición que parece haberse dado cuenta recién de sus obligaciones.
Pensamos que la Presidente, que tanto ofreció durante su campaña, tendría un mejor desempeño, pero al parecer se le olvidó su ofrecimiento de rodearse de los y las mejores para ejercer el poder.
Claro, hemos ido de frustración en frustración, primero se le cayó la igualdad de genero, para que después se esfumara el Gobierno ciudadano, eso claro, entre miles de ofrecimientos incumplidos.
La Presidente, fuera de carecer de capacidades de liderazgo, adolece, según nuestro criterio, de las capacidades necesarias para un cargo que implica la Primera Magistratura de la Nación.
Creemos que la Gobernante, además de no saber, está falta a las prioridades, lo que justificaría la manera absurda en que se aferra a una agenda de temas políticos en vez de centrarse en los temas de la gente.
Su debilidad, tanto en la coalición que la acompaña, donde los “tiburones” asoman amenazantes sus fauces, como frente a la gente que exasperada sale a protestar en las calles es preocupante.
Pero, la forma “desaprensiva” con que está manejando la billetera fiscal, tirando la plata a la “chuña” nos parece de una irresponsabilidad ilimitada, lo peor, destinada a “comprar” popularidad personal.
La “parranda” de la Señorita Bachelet sin duda nos saldrá cara, porque los altos precios del cobre no son eternos y hemos perdido más de dos años de la posibilidad de acercarnos al desarrollo.
Presidente, cambie los actos de parafernalia promocional por hechos que implique realmente solucionar los problemas del país, en caso contrario, seguramente la historia de su mandato será una página negra.
Hemos sido una voz bastante solitaria, envueltos por una Concertación absolutamente auto-complaciente, que se niega a ver las realidades, y una oposición que parece haberse dado cuenta recién de sus obligaciones.
Pensamos que la Presidente, que tanto ofreció durante su campaña, tendría un mejor desempeño, pero al parecer se le olvidó su ofrecimiento de rodearse de los y las mejores para ejercer el poder.
Claro, hemos ido de frustración en frustración, primero se le cayó la igualdad de genero, para que después se esfumara el Gobierno ciudadano, eso claro, entre miles de ofrecimientos incumplidos.
La Presidente, fuera de carecer de capacidades de liderazgo, adolece, según nuestro criterio, de las capacidades necesarias para un cargo que implica la Primera Magistratura de la Nación.
Creemos que la Gobernante, además de no saber, está falta a las prioridades, lo que justificaría la manera absurda en que se aferra a una agenda de temas políticos en vez de centrarse en los temas de la gente.
Su debilidad, tanto en la coalición que la acompaña, donde los “tiburones” asoman amenazantes sus fauces, como frente a la gente que exasperada sale a protestar en las calles es preocupante.
Pero, la forma “desaprensiva” con que está manejando la billetera fiscal, tirando la plata a la “chuña” nos parece de una irresponsabilidad ilimitada, lo peor, destinada a “comprar” popularidad personal.
La “parranda” de la Señorita Bachelet sin duda nos saldrá cara, porque los altos precios del cobre no son eternos y hemos perdido más de dos años de la posibilidad de acercarnos al desarrollo.
Presidente, cambie los actos de parafernalia promocional por hechos que implique realmente solucionar los problemas del país, en caso contrario, seguramente la historia de su mandato será una página negra.