Un canal de televisión preguntaba si los chilenos estamos reconciliados y la respuesta fue un categórico 88% que opina que ni que vamos en el camino correcto para conseguirlo.
Vivir en el pasado, que ya está jugado, es una manera brutal de comprometer el presente y de amagar el futuro que necesita a todos los hijos de esta tierra para salir de las difíciles situaciones que enfrenta.
El oficialismo se ha servido del estado, y de la ingenuidad del resto de los chilenos, para falsear la historia, auto-victimizarse y de paso conseguir de la caja Estatal jugosos dividendos económicos.
Por otro lado, la publicidad engañosa que han utilizado, ha inmovilizado a quienes opinan que la administración de los Militares fue necesaria, reconstruyó el país y nos devolvió una democracia sana.
Los encargados de reprimir al bandolerismo terrorista se encuentran encerrados en prisiones establecidas por la concertación, pagando con su libertad haber cumplido las ordenes y haber luchado por la libertad de su Patria.
Es necesario dejar para el juicio de la historia seria el análisis de los sucesos de los años 70, e incluir a todos los chilenos en la tarea imprescindible de sacra el país adelante y conducirlo a mayores etapas de desarrollo.
Las venganzas, los intentos por disfrazar las realidades, las tentativas por seguir engañando a la ciudadanía, en especial a los más jóvenes, posiblemente de dividendos políticos, pero no coopera al futuro nacional.
Es necesario terminar con las injusticias monstruosas que afectan a los de un lado y los beneficios dispendiosos que benefician a los del otro, todos los chilenos debemos ponernos a trabajar por construir futuro.
Podemos argumentar, falsear, exhibir pruebas, en cualquiera de los sentidos, pero el pasado ya se vivió, aunque hayamos jugado mal las fichas, el desafío es a crear un futuro que incluya a todos.
No es una tarea fácil, como nada de lo que es productivo, pero sin duda alguna las generaciones jóvenes, y en especial las que vienen, agradecerán haber terminado co odiosidades que solo dividen.
Desde todos los ámbitos, en especial desde el oficialismo instalado en La Moneda es imperioso terminar con las predicas o actos que fomenten las odiosidades, Chile requiere Gobernantes para todos.
Si hay algún sector del pueblo chileno que debe ser indemnizado somos los que tuvimos que soportar el desupelote de Allende y ponerle el hombro a la reconstrucción que debió enfrentar con Pinochet.