martes, abril 25, 2006

Salarios miserables.....

Se habla mucho de la cantidad de empleos que se ha “creado”, pero se dice muy poco de la “calidad” de este empleo las irrisorias remuneraciones, la permanente precariedad laboral, las actitudes antisindicales y del trato inhumano que reciben los “beneficiados” con esta macabra burla.Conocemos una institución financiera, en especifico un banco, cuyo personal de cajas es “externo”, es decir contratado por una empresa ajena a la que prestan el servicio, con todas las responsabilidades de un cajero, pero sin ninguno de los beneficios que tiene el personal contratado directamente por la entidad. Este personal, dado que trabaja directamente atendiendo público tiene que estar “arregladito”, con cara de contento y por sus manos pasan millones de pesos al día y obtienen unas remuneraciones que mas parecen “propinas”, que explicitamos en el párrafo siguiente.Su remuneración esta basada en un pago por hora de “servicio”, que obviamente es fijada por la empresa, su remuneración bruta es de $1.400 por hora y ese personal tiene una jornada de 7 horas por cinco días a la semana, sin siquiera un permiso para colación. Traduciendo esta cifras a la realidad, tenemos que ese cajero, sin derecho tampoco a horas extraordinarias, tiene una remuneración bruta máxima de $ 196.000 al mes, dando un sueldo líquido de aproximadamente $147.000 mensuales.(unos 285 dólares).Hacemos constar que este es uno de los “buenos” trabajos que ha creado la concertación y que el ejemplo está tomado de una empresa perteneciente a grupos muy cercanos al Gobierno, que además se declaran muy cristianos y que obtienen año a año inmensas utilidades.Ese personal con rentas “vergonzosas” debe movilizarse, vestirse y además satisfacer las necesidades básicas, como comer de vez en cuándo, pagar las cuentas de los servicios imprescindibles, agua, luz y gas. Ni pensar siquiera en alguna distracción o la posibilidad de salir de vacaciones. Quienes nos ofrecieron una “patria justa”, “nuevos tiempos”, “crecer con igualdad” han creado una ficción de empleo, que se parece mucho mas a la esclavitud que a un trabajo de seres libres, con remuneraciones miserables, una absoluta falta de respeto por la necesidades del ser humano, sin descanso y con la constante amenaza de ser reemplazados por personal mas “barato”, que abunda por la inmensa cantidad de desempleo de que padece nuestra población, en especial los más jóvenes.Los intentos de toma que ha habido en los últimos días, en anuncio de “agruparse” para luchar por sus derechos de los estudiantes universitarios, la entrega de viviendas “miserables”, las constantes amenazas de paros de los servicios de salud, el permanente abandono de los ancianos, un endeudamiento “monstruoso” de las personas, poblaciones inmensas que sufren mientras les mostramos por los medios las satisfacciones que se pueden comprar con dinero, nos hacen pensar que es necesario “bajar la presión” de una caldera social que puede tener un reventón, bastante odioso y con razón, del que todos tendríamos motivos para lamentar.Ha llegado la hora de exigir que se cumplan las promesas electorales, que no sigamos perdiendo en tiempo en estudios “bizantinos” sobre materias que todo el país conoce y sobre los que las soluciones son evidentes.
tomado de www.reaccionchilena.cl

sábado, abril 08, 2006

Algo sobre valores.

Pareciera que los temas valóricos se circunscriben a la píldora del día después, al aborto o al divorcio, temas que nos parecen de vital importancia, pero dentro de estos temas hay que incluir , forzosamente un salario mínimo miserable, que transforma las expectativas máximas en las 200 lucas que les frecen los oligopolios, una ostentación de riquezas inmoral, un fomento a la vida exclusivamente sensorial, un falta de educación monstruosa, una miseria intolerable y, por cierto, una falta de humanidad terrible.Hemos tocado estos temas, después de asistir a varias reuniones de accionistas, como observadores solamente, y ver como unos mozalbetes muy elegantes y de voces engoladas hacían valer el poder de los millones de acciones compradas con los fondos de los trabajadores, para inducir al nombramiento de directores “afines”, pero sin que hayamos escuchado ninguna voz que analizara ni los resultados, ni la repartición de dividendos ni mucho menos por las condiciones sociales de los trabajadores.El materialismo, el egocentrismo, en consumimos exacerbado, la usura desatada, la amoralidad de las clases gobernantes y las dominantes, las drogas, la falta de sanción a la delincuencia, la falta de castigo a los excesos de los gobernantes, la falta de oportunidades, la carencia de “ejemplos de vida y medios de comunicación “funcionales” a estas situaciones nos conducirán indefectiblemente a la destrucción, solamente evitable por una toma de conciencia generalizada de la necesidad de enmendar los rumbos para evitar que nos convirtamos en los “cavernícolas” de la era moderna.Algunos nos dirán que no tenemos o carecemos de los valores necesarios para iniciar una prédica de este tipo, pero aunque estemos inmersos en el sistema de vida que nos fan implantado, creemos que ha llegado la hora de las rectificaciones, el momento de poner en la agenda valórica todos los temas que deben estar en ella, sin privilegiar algunos, para creernos mejores, sino que enfrentando el cambio necesario como algo global, pues si queremos cambiar a nuestro país, tenemos que comenzar haciendo en necesario cambio personal de nuestra manera de enfrentar la vida, de la manera de mirar a nuestros semejantes y por sobre todo abriendo los ojos a injusticias inhumanas, ante las cuales simplemente nos hemos hecho los ciegos.Chile merece un “cambio”, Chile necesita un “cambio”, pero sin duda alguna el camino es largo, pero mientras antes lo comencemos antes tendremos la posibilidad de realizarlo sin que provoque estallidos sociales disolventes.COMENCEMOS AHORA, DEJEMOS A NUESTROS HIJOS UNA PATRIA MEJOR QUE LA QUE TENEMOS.
NOTA: Estas líneas no están escritas con mucha “pulcritud” literaria, pero no les quepa duda alguna que es un grito que desgarra nuestras almas, llamándonos a hacer algo.... ya mismo, ahora, mañana podría se tarde.

(Tomado de www.reaccionchilena.cl)

martes, abril 04, 2006

Jaime Guzmán en la mirada de Gonzalo Rojas Sánchez.


Emotivo discurso del Profesor Universitario e Historiador Gonzalo Rojas Sánchez, con motivo de la conmemoración del aniversario número 15 del asesinato del Senador Jaume Guzmán E.

Estimados amigos de Jaime, colaboradores de Jaime, discípulos de Jaime, admiradores de la obra de Jaime:

Hoy, primero de abril de 2006, al cumplirse los 15 años de la muerte del querido profesor y senador Guzmán, estamos aquí, del modo, en el lugar, en la compañía y con los propósitos que Jaime nos enseñó.

En primer lugar, estamos de pie. No se han querido poner sillas en este sencillo homenaje y acto de oración. Nos ha parecido que si toda su vida Jaime enseñó físicamente de pie; que si su último discurso lo pronunció de pie, hoy nosotros debíamos recordar su actitud erguida secundándolo con nuestra propia postura: estamos de pie, aquí físicamente, pero también lo estamos moralmente en todos los ambientes de Chile, ante tantos daños que se le causan a la Patria, precisamente porque Jaime nos enseñó a estar siempre erguidos frente a la adversidad. No dejarse estar, no doblegarse: cuánto le gustaban esas expresiones. De pie, nos decía que “el verdadero liderazgo siempre ha consistido en guiar a la opinión pública, en vez de halagarla servilmente o dejarse guiar por sus vaivenes...”

Además, en segundo lugar, estamos hablando a viva voz. No se ha querido tampoco pedir equipos de amplificación para este acto. Fue la palabra penetrante de Jaime, su lógica irrebatible, su mirada cariñosa y exigente a la vez, lo que nos cautivó y nos convenció; no fueron los instrumentos de la técnica, ni la artificialidad de los montajes escénicos lo que nos arrastró. Por eso, de viva voz y con palabra más viva y penetrante que nunca, queremos que Jaime por nuestras propias vidas siga hablando a Chile, así, de modo directo y transparente.

En un tercer orden, estamos en la puerta misma de la Universidad que tanto amó y en la que realizó su última actividad profesional, su última clase; estamos en la puerta misma de las encrucijadas que Jaime Guzmán enfrentó: la voluntad de Dios, el papel de la cultura, la formación de los jóvenes, el servicio a los más pobres de Chile. No hemos querido entrar, precisamente porque Jaime nunca se refugió dentro; tampoco hemos querido quedarnos fuera, porque Guzmán jamás le temió a ambiente universitario alguno, aunque hubiese momentos -como sucedió una vez en la Universidad de Concepción- en que su vida estuvo en grave riesgo. Y, qué paradoja, fue precisamente en las puertas de este manantial donde algunos quisieron que su mensaje cristalino se secara para siempre. Justamente por eso estamos a las puertas de la Universidad, para que entendamos todos mucho mejor que desde aquí y hacia el mundo se debe seguir cumpliendo una tarea formativa que Jaime amó como ninguna. Cuánto se regocijaba de haber estado con nuestro amado Juan Pablo II precisamente en la casa central de esta universidad “donde hice todos mis estudios universitarios, donde me desempeñé como dirigente estudiantil, donde desarrollé mis primeros años de actividad docente en la Facultad de Derecho y donde he participado como miembro de los más significativos cuerpos colegiados de la universidad.”

Una cuarta consideración nos recuerda, a través del ruido de los autos que pasan por la avenida Jaime Guzmán, cuánto amó Jaime esta tierra, este mundo moderno, ese Chile de los 50 a los 90. Nos decía: “Cuanto podamos tener que sufrir y perder por el bien de Chile, hay que tomarlo como un signo de la Providencia y como el necesario sacrificio que entraña el cumplimiento del deber.” A nosotros no nos molesta tampoco esa trepidación del mundo real; por el contrario, nos desafía, nos anima, nos impulsa a un renovado servicio a Chile, a estar en todos los lugares, en cada ambiente. El silencio es bueno a ratos, imprescindible incluso; pero el ruido, la vorágine… a las mujeres, a los hombres y a los jóvenes de Guzmán nos atrae y nos cautiva porque recordamos bien cuánto amó Jaime la música festivalera y de conciertos, los estadios de fútbol y las canchas de tenis, las concentraciones y las asambleas; cuánto amó también la buena comida y la animada conversación. De ahí somos también nosotros. A no rehuir los compromisos por lo tanto, frente a lo que Jaime llamaba “el ancho horizonte de la esperanza, que nos invita a siempre renovados desafíos futuros, desde las raíces de una fidelidad que nos compromete y que esta noche hemos visto tangiblemente confirmada”, en palabras de la conmemoración de los 20 años de la fundación del Movimiento Gremial.

Una quinta consideración tiene que hacerse cargo de nuestro pequeño número esta tarde. Han pasado 40 años desde que Jaime reuniera a un grupo para formar el Movimiento Gremial de la Universidad Católica de Chile, primer germen de todas nuestras cosas. Han pasado cuarenta años y hoy, uno de cada 4 chilenos vota por los candidatos que siguen a Jaime Guzmán. Han pasado 40 años y para un homenaje como éste, sólo se junta un pequeño puñado, unas pocas decenas. Tenemos ante nuestros ojos, por lo tanto, una nueva paradoja que el mismo Guzmán tenía muy clara: unos pocos para grandes cosas. No nos debe asustar que esta tarde nos contemos con los dedos de pocas manos: la nuestra es tarea de pocos y para muchos; la nuestra es tarea hecha con la formación y mística de unos pocos, pero para las multitudes. Porque así ha sucedido desde ayer viernes y estará sucediendo hoy sábado en tantas ciudades de Chile: unos pocos se han reunido a recordar y rezar pensando en millones. Que nada nos asuste ni nos desanime: irreductibles debemos ser.

Pero, al mismo tiempo y en sexto lugar, hemos de sentirnos muy acompañados, estimados mutuamente unos por otros; y aunque a veces algunos cometamos errores que nos deben llevar a pedir perdón por haber ofendido a otros, como lo hemos hecho, nuestra amistad es la continuación de la que Jaime dispensó a manos llenas. Amigo de sus amigos, amigo de quienes no supimos corresponder a su amable oferta, y amigo incluso de sus enemigos, quienes pasaban a ser, por el fruto de esa caridad, sólo sus rivales. Entre nosotros, los aquí presentes y con esos miles que siguen sus ideales por toda nuestra geografía, se renueva esta tarde el vínculo de una amistad que le hará bien a un Chile donde todavía se siembran tantos odios. Oigamos a Jaime una vez más “Representamos uno de los movimientos generacionales más gravitantes gestados en Chile durante el último medio siglo. Y somos eso. Servidores siempre imperfectos –pero también siempre perseverantes- de principios conceptuales sólidos y de valores morales objetivos y graníticos. Por ello –y no por otro motivo- nos detestan tan virulentamente nuestros muy variados adversarios. Nos detestan porque nos temen. Y nos temen porque nos saben irreductibles.”

Gracias a las personas de El Salvador, Quillota, Temuco y Valdivia por estar presentes esta tarde aquí viniendo de lejos; gracias a la sra. Violeta, quien nos acompaña, y a Luchito por haber cuidado tanto de Jaime; gracias especialmente a la Sra. Carmen, a sus hermanas, a sus sobrinos, por el cariño que le dieron y del que nos hemos beneficiado todos. Precisamente eso es lo que lo llevaba a decir sin jactancia, con gratitud: “Soy una persona muy humana, muy afectiva y muy sensible.”

Finalmente, en pocos segundos más comenzaremos a caminar; caminar fue el signo de la vida de Jaime; se caminó todo Chile visitando a los más necesitados, dirigiendo reuniones, animando voluntades, formando personas; se caminó todo Santiago poniente para ganar una elección imposible; su pasó físico era enérgico, de zancadas marcadas y rectas; su paso moral era simplemente colosal, era…. un ejemplo; y con eso, ejemplo verdadero, se dice todo. Pura coherencia era la que veíamos cuando nos decía que “de poco vale la conciencia de un deber, cuando ella no va acompañada de una voluntad capaz de cumplirlo.”

Por eso nosotros ahora, caminaremos serena pero decididamente hacia la puerta de entrada. Caminaremos no de cualquier modo, caminaremos como lo hizo Jaime durante su vida, caminaremos rezando. Una voz de mujer dirigirá el Santo Rosario que tanto amó Jaime, esa oración que el mismo calificaba como “práctica religiosa, ignorada por tantos y despreciada por muchos, la forma más sublime y perfecta que tenemos para orar.” El mismo Santo Rosario que un día como hoy, hace quince años exactos, rezábamos resignados en el hall del Hospital Militar. Caminaremos, además, hacia el lugar en el que la voluntad del Dios que Jaime tanto amó, se comenzó a hacer presente a través de la muerte. Bien lo sabía Jaime desde mucho tiempo atrás, porque 8 años antes del atentado había escrito que “no se puede ser mensajero vivo de Dios, sin ser también víctima.” Caminaremos hacia la confluencia de las calles Jaime Guzmán y Regina Pacis, Reina de la Paz, hacia el lugar exacto donde Jaime y la Santísima Virgen iniciaron su encuentro definitivo, en la paz. Una vez más, las palabras del mismo Jaime vienen en nuestro auxilio. Estas corresponden a su discurso el día en que enterrábamos a nuestro querido Miguel Kast, pero se aplican perfectamente también ahora: “Por eso hoy, junto a nuestra profunda pena, reina en este lugar tanta paz divina,” nos decía Guzmán.

Ahí terminaremos nuestro Rosario, ahí terminaremos también este sencillo acto; y ahí, ciertamente, comenzaremos una nueva etapa de nuestras vidas, para que en ellas se renueve nuestro amor a Dios y a la Patria.

Muchas gracias


Gonzalo Rojas Sánchez
grojass@uc.cl

Santiago, 1º de abril de 2006, en el Campus Oriente de la P. Universidad Católica de Chile, Décimoquinto aniversario de la muerte de Jaime Guzmán Errázuriz

sábado, abril 01, 2006

Una mente brillante, hombre de valores.


Como si fuera ayer recordamos en infausto acontecimiento producido hace 15 años, donde un comando extremista del FPMR asesinó cobardemente al Senador Jaime Guzmán.Cabe preguntarse, si el Gobierno Militar había entregado el poder a los civiles elegidos por voluntad popular, en una transición que ha sido clasificada por el mundo como ejemplar, que pretendía estos sujetos con esta acción demencial.
Resulta obvio que el objetivo era silenciar a una de las mente más brillantes que produjo el siglo pasado, “acallar” a una voz valiente y clara que advertía de los peligros que traía implícita la impunidad que se veía darían a los criminales, que tras la imagen de luchar contra la “dictadura”, había provocado tanto daño al país, y dejado llenas de dolor a cientos de familias con los asesinatos de sus seres queridos.
Jaime Guzmán era un “peligro” para aquellos que se habían “hecho” con el poder, pues su razonamiento, sumamente lógico, lo llevaba a denunciar, con una oratoria exquisita, las falsedades que se pretendía instaurar como nuestra historia reciente y las atrocidades cometidas por estos “santificados” personajes, que se habían transformado, por esa vueltas que provoca el manejo del lenguaje tan bien manejado por los zurdos, de delincuentes en heroicos muchachos.
Jaime Guzmán representaba los valores de una derecha política sana y muy alejada de las grandes fortunas, con un espíritu social admirable y una visión de País que tenía todas las posibilidades de salir del estado de subdesarrollo en el que nos ha tenido sumidos una clase política “mediocre”.Sus asesinos han gozado de “facilidades” inauditas para escapar de la cárcel, evitando pagar por un crimen deleznable a protección de todos sus amigos que conformaban los gobiernos que asumían y una red internacional de apoyo muy bien financiada, además de inmensa. Uno de sus asesinos se encuentra detenido en Buenos Aires, Galvarino Apablaza, en espera de un proceso de extradición, pero la concreción de este no ha contado ni con la decisión, o firmeza o interés, de nuestras autoridades por conseguirlo, mientras los “amigos” del Presidente Néstor Kirshcner, que siempre estuvo muy ligado a los afanes extremistas de grupos de izquierda peronista, se mueven aceleradamente para impedir que se haga justicia.
Jaime Guzmán tiene un lugar importantísimo en los corazones de los chilenos bien nacidos y se ganó el respeto de nuestra historia reciente con hechos. Esperamos que la fecunda semilla de sus valores germine en el “alma” nacional, no solo como un tributo a este notable tribuno, sino que además, sea la fuerza y vigor para lograr un desarrollo nacional con justicia social.
JAIME GUZMAN ERRAZIRIZ, DESCANSA EN PAZ.

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